-Querido…
-(Sonamos, algo me va a pedir) ¿Qué sucede, cariño?
-Necesito una tarjeta.
-¿Otra más? Ya tenés ocho. ¿Te vas a dedicar a coleccionar tarjetas?
-No tengo ocho sino siete. ¿No te acordás que me robaron una?
-Para el colectivo.
-¿¡Vas a comprar uno?!
-Ay, no seas tonto.
-Vos sos capaz. Ojo, no te abusés. Mirá que Sofovich se separó porque la mujer gastó $ 75.000 en un solo día.
-La tarjeta es para viajar en ómnibus.
-¿Pero viajes de cabotaje?
-Claro,¿adónde creés que voy a ir? ¿A Miami a Brasil?
-Está bien. ¡Marche una tarjeta!
-Son cuatro. Una para mí, dos para los chicos y la otra para mamá.
-¿Para tu viej…digo tu mamá también?
(Finalmente, como siempre, el tipo afloja y le dice)
-Pero andá vos a registrarla en el Renar.
-¿En el Renar? ¡Pero una tarjeta no es un arma de fuego!
-En otras manos no, pero en las tuyas es un arma de destrucción masiva.
---
Donato Alberto Calliera
Donato Alberto Calliera